Más de 15 años de investigación y recopilación de datos fueron recabados en el libro Neo-gothic arquitecture in Mexico. A geographical vision (2025, Springer), del investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, Martín Checa-Artasu, quien hace, por primera vez, un análisis geográfico, social, político, patrimonial y religioso de la arquitectura neogótica, un estilo de construcción que llegó a México en el siglo XIX, durante el Porfiriato.
“Desde 2009 sigo analizando este tipo de edificios, y me doy cuenta de que nadie los ha analizado ni estudiado, y que no son una excepción, sino que hay bastantes en el país”, apunta el investigador.
De acuerdo con su investigación, en México existen 585 edificios con elementos neogóticos, y 113 son templos religiosos construidos totalmente con este estilo. “Hemos cartografiado con mucho detalle los edificios. De hecho, no solo hemos cartografiado México, otros países también, pero en este caso es México nada más”, añade.
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Una de las conclusiones del investigador es que la arquitectura neogótica en México fue una respuesta a ciertos procesos históricos y religiosos, como las políticas liberales y la desamortización de la Iglesia Católica.
“El mapificarlo te dice dónde están mayoritariamente, en qué estados están; en Jalisco, en Michoacán, en Guanajuato, Aguascalientes, estados centrales. ¿Por qué? Porque es ahí donde tuvo mayor impacto los resultados de las guerras de reforma, la política liberal, desamortización de Benito Juárez y el ataque que sintió la Iglesia ante eso, entonces crean nuevas diócesis y al crearlas se requiere también nuevos templos o refaccionar los templos que están viejos, que han quedado en desuso”, detalla.
Para el investigador, el neogótico es la respuesta de la Iglesia al liberalismo del Estado. “Poner una gran catedral neogótica en una ciudad, que además es una ciudad que entra en la modernidad del Porfiriato, es un símbolo, uno claramente político, es como si dijeran ‘estamos aquí, estamos presentes, la moral, la religión, no nos quites lo que teníamos’”, explica.
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Sobre las características que definen este estilo de construcción, el autor explica que se inspira en la arquitectura gótica medieval, en el que los arcos tienen forma de ojiva, uso reiterado de pináculos, arbotantes y bóvedas de crucerías.
Sin embargo, la arquitectura neogótica se encuentra también en haciendas y campamentos mineros. “Aparece en lugares que uno no se lo espera y que tiene ese carácter simbólico muy importante para la religión católica”.
El libro, detalla Checa-Artasu da un recorrido histórico por las construcciones, ya que va más allá del mero estilo arquitectónico.
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“Es ver quién lo ha construido, quiénes son los comitentes, quién construye eso y qué hay detrás de esa construcción, si las feligresías participan, si el obispo interviene, todo eso que son las microhistorias que se dan en cualquier pequeña población” abunda.
El autor concluye que es positivo que el libro esté publicado por la editorial Springer, ya que tiene alcance global, pero existe el interés de publicar la obra en español, ya que por el momento sólo está disponible en inglés.
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