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Arístides Rodrigo Guerrero García, candidato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), llegará al Pleno del Máximo Tribunal después de la elección judicial del pasado domingo 1 de junio.
Propuesto por el Poder Ejecutivo, Guerrero García obtuvo más de 3 millones 500 mil votos en los comicios judiciales. "El equivalente a la población que tienen países como Uruguay y Puerto Rico", festejó en sus redes sociales días después de la jornada.
"Cuento con doctorado, dos maestrías, especialidad en Derecho Constitucional y todos los grados obtenidos con mención honorífica", destacó Arístides en su campaña digital para invitar a la gente a votar por él, asegurando estar "más preparado que un chicharrón".
Es doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tiene un máster en Derecho Parlamentario y Elecciones, así como estudios en Italia y España sobre protección de datos personales.
Entre sus actividades, fue Comisionado Presidente del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (Info-CDMX) desde 2018 hasta 2024.
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El resto de su trayectoria, desde 2015, ocurrió en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México. Ahí fungió como secretario privado de magistrado, asesor, secretario auxiliar, coordinador de difusión y publicación, secretario de Estudio y Cuenta y director de la Unidad de Estadística y Jurisprudencia, entre otros cargos.
Sin embargo, el popularmente conocido como "ministro chicharrón" destaca por su labor como docente y académico con la impartición de cursos de Derecho Constitucional, Atribuciones de los Poderes Judiciales, Derechos Humanos y sus Garantías, entre otras asignaturas; diplomados de Jurisprudencia, Protección de Datos Personales y acompañamiento en trabajos de titulación.
"Quiero una justicia cercana, inclusiva, con un ecosistema digital, lenguaje sencillo y sesiones públicas en todo el país", dice como razón por la que quiere ocupar un cargo del Poder Judicial.
De acuerdo con el hombre "más preparado que un chicharrón", la función jurisdiccional debe modernizarse mediante el uso de inteligencia artificial. Además, busca que la impartición de justicia sea cercana, incluyente y accesible.
En sus propuestas, asevera que la Suprema Corte debe "salir de sus oficinas" y acercarse al pueblo "llevando sesiones públicas a universidades, plazas y comunidades marginadas".
Según Guerrero García, debe prevalecer una justicia humanista e incluyente a los grupos en situación de vulnerabilidad: "Impulsaré la emisión de sentencias en lengua indígena, lectura fácil, braille y audio, asegurando accesibilidad para todas las personas", promete.
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