
La aparente calma de Yucatán comenzó a derrumbarse cuando actores políticos, económicos y judiciales se vieron señalados por su participación o su silencio cómplice.
La aparente calma de Yucatán comenzó a derrumbarse cuando actores políticos, económicos y judiciales se vieron señalados por su participación o su silencio cómplice.
Mientras el poder siga siendo un botín, los extremistas seguirán encontrando su oportunidad